Edulcorantes, ¿son la solución al sobrepeso y la obesidad?
Luego de que se registraran altas estadísticas de enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad y la diabetes tipo 2, son muchas las personas que han optado por el consumo de edulcorantes en bebidas, alimentos y en una variedad de productos dietéticos que poco a poco se han convertido en una parte importante de la vida cotidiana.
Estos edulcorantes proporcionan menos calorías y mucho más dulzura que los productos que contienen azúcar y son utilizados en abundancia en la población para distintos objetivos. Pero después de cierta evidencia que pudieran causar daño surge la interrogante, ¿es seguro consumirlos? ¿Embarazadas y niños pueden hacerlo?
Seis de estos edulcorantes (aspartame, sacarina, sucralosa, neotame, acesulfame-K y estevia) son los aprobados por la FDA y seguro has visto en los restaurantes o en los supermercados estos sobres de colores rosado, amarillo, verde y blanco; resulta que cada color te indica el componente principal.
El sobre amarillo - Sucralosa:
Muy utilizado en repostería debido a que es resistente a las altas temperaturas.
600 veces más dulce más dulce que el azúcar.
No contiene calorías.
Consumo máximo permitido = 5mg/kg por día. Equivalentes a 6 latas de bebida gaseosa dietética.
No más de dos sobres en embarazadas.
El sobre rosado - Sacarina:
En preparaciones deja una textura muy seca.
300 a 500 veces más dulce que el azúcar.
No se recomienda en embarazadas, ya que atraviesa la barrera placentaria.
Consumo máximo permitido = 5mg/kg por día. Equivalente a 9-10 sobres.
El sobre verde - Esteviosido
Edulcorante natural proveniente de las hojas de Stevia.
300 veces más dulce que el azúcar.
Tiende a amargar algunas preparaciones.
Consumo máximo = 4mg/kg.
En algunas ocasiones se mezcla con alcoholes.
El sobre azul - Aspartame
Proveniente del ácido aspártico y la fenilalanina. El cuerpo al metabolizarlo lo convierte en metanol, en altas dosis puede llegar a ser tóxico.
Consumo máximo = 50mg/kg por día. Equivalente a 18 latas de bebida gaseosa dietética.
200 veces más dulce que el azúcar.
Personas con Fenilcetonuria deben evitar su consumo.
Después de su consumo algunas personas reportan tener desde dolores de cabeza trastornos del estado de ánimo, depresión, ansiedad o hiperactividad.
Muchos de estos edulcorantes también vienen mezclados con dextrosa o maltodextrina, así que es importante que no olvides leer la etiqueta nutricional
Los edulcorantes artificiales no solucionan el problema de obesidad, y en la actualidad se piensa que el consumo excesivo de ellos puede tener como consecuencia el aumento de peso incluso en personas sanas, ya que el cuerpo termina pidiendo calorías extras en otras comidas, es decir, el nivel de ansiedad por la comida se eleva.
Los científicos tienen opiniones encontradas al igual que estudios se difieren unos a otros en cuanto a la aseveración sobre si son malos, pero debemos recordar que todo en exceso lo es. Lo natural siempre será la mejor opción tenga o no calorías. Personas que sufren de migraña, mujeres embarazadas, lactando y niños es recomendable limitar su uso y no exceder.
En cuanto a sus efectos tóxicos, algunos como la sacarina y el aspartame han arrojado estudios en animales que pueden llegar a ocasionar cáncer.